La Verdera: recuperando técnicas tradicionales
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Sagrario González y Gonzalo Martín están detrás de La Verdera. Comenzaron cosechando hortalizas para auto-consumo hacia 1995 en su huerto y quisieron recuperar el secado del tomate y el pimiento para aprovechar el excedente.

En 2001 adquirieron una vieja vaquería situada a las afueras de Ciudad Real, en el paraje conocido como “La Poblachuela”, una zona tradicionalmente dedicada al cultivo de huerta. Descartaron desde un primer momento la ganadería lechera y al comprobar las extraordinarias condiciones de este área para el cultivo de especies vegetales se plantearon la necesidad de mantener esta actividad enfocada a las especies que se adaptan bien al clima y a las condiciones del suelo.

La Verdera nació como un proyecto de secado de hortalizas al sol, principalmente tomate y pimiento. Es una práctica de conservación de alimentos muy característica del área mediterránea aunque algunas de sus técnicas se estaban olvidando, como en el caso del tomate. Querían aprovechar las extraordinarias condiciones de insolación, sequedad y aireación que se dan en La Mancha en verano para obtener un producto de la máxima calidad.

Acudían a ferias donde la gente les pedía recetas para utilizar el tomate seco, que apenas era conocido por entonces. De ahí surgió la idea de llevar productos elaborados, ya envasados, para ofrecer, como alternativa a la auto-elaboración. Eran principalmente tomate seco en aceite y salsas. En vista de la buena acogida se decidieron a elaborar más productos, apostando sobre todo por los sabores mediterráneos.

Hoy en día su actividad se centra sobre todo en la elaboración. Con los tomates y pimientos que secan al sol durante el verano, producen diferentes conservas vegetales, siempre en frío para no alterar las propiedades del licopeno del tomate y de la capsaicina del pimiento. En invierno deshidratan guindillas y kale. Todas las hortalizas y frutas que utilizan provienen de agricultores y agricultoras locales, excepto las frutas tropicales que son de Granada y la piña, de República Dominicana.

Todos los productos son aptos para celiacos y para intolerantes a la lactosa. En el secado al sol se estima que no se superan los 40º de temperatura por lo que todos los productos que tenemos en seco los crudiveganos los aceptan como crudos.

Más info: facebook LaVerdera  /  http://laverdera

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